A menos que tengas un europase que normalmente ronda entre los 500 y 600 euros por un mes, viajar en tren no es tan económico como se cree y, en algunas ocasiones, resulta más barato hacerlo por avión. Sin embargo, ¿qué tanto usarás este pase? es tentador pensar que por ese precio tienes todos los destinos incluidos (¡y ojo!, hay que checar la ruta a la que realmente tienes acceso con ese ticket), pero ¿verdaderamente vas a estar viajando todo el tiempo durante esos 30 días? ¿cuántas veces te desplazarás de una ciudad a otra o de un país a otro?  

Costo-beneficio

Tal como sucede cuando compras una membresía anual a la que no terminas sacándole jugo y haciendo números te das cuenta que te ha salido más cara la anualidad que haber pagado por el servicio o producto solo en determinada ocasión, ocurre lo mismo con los viajes en tren donde se adquieren traslados ilimitados que se vuelven más económicos si realmente los vas a usar con frecuencia, pero más caros si no les das el uso necesario para explotar su valor.

Es verdad que resulta más económico viajar en tren siempre y cuando (haciendo tus propios números) te des cuenta que vale la pena, de lo contrario, muchas veces los viajeros gastan más en este pase de lo que les hubiera costado tickets individuales por destino: sí, un poco más caro que si los divides en el pase de 30 días pero mucho más barato que no usar un pase durante un mes.  

Intentando darte un poco más de claridad, ocurre algo similar con el pase de 3 días que muchas compañías ofrecen en los principales destinos turísticos, mejor conocidos como “pases de ciudad”, la oferta consiste en entradas ilimitadas a museos, parques de diversiones, etc., pero honestamente ¿en 3 días podrías entrar a todos esos lugares? ¡Por supuesto que no! Ni la energía, ni el tiempo alcanzan, y aquí lo peligroso es que cuando ya has decidido hacer la compra sin haberlo pensado detenidamente, llega la frustración y uno se presiona a utilizar el dichoso pase lo mayor posible por sentir que estamos sacándole el máximo provecho, pero eso no sólo no te permitirá disfrutar plenamente de tu viaje, sino que te estresará sobremanera.

Lo barato sale caro…

Lo común es que los viajeros suelen pensar, “avión es más caro que el tren” solo por ser transporte aéreo, pero déjame compartirte que, si piensas así, estás en un grave error. De hecho, muchas veces es mucho más barato viajar en avión que en tren, claro, siempre y cuando viajes en modo ligero o incluso en algunas ocasiones documentando (o facturando) maleta; la clave es buscar los vuelos con anticipación o comprar de último momento. Sí, así como lo lees, esto de las aerolíneas tiene truco y las dos principales formas de comprar barato es con bastante anticipación o de último momento, es una moneda al aire.  

Dependiendo de tu estilo de viaje será el medio de transporte que te acomode más; es decir, si eres de los que les gusta planificar todo, te recomiendo hacerlo con antelación, si eres de los que les gusta la aventura como yo da igual qué destino te salga de último momento si el precio está casi de regalo. Claro, si llevas tiempo limitado, intentas hacer una ruta inteligente o aprovechar lo más que se pueda, también comprar con anticipación se vuelve mejor opción, así como yo hice mi ruta por Europa para viajar durante tres meses pero que la planeé durante cuatro meses antes de comenzarla. Desde ahora te lo digo: ¡es una labor titánica!, sí, pero tiene sus grandes recompensas. Todo inicia con dos preguntas muy sencillas, ¿qué quieres tú? y ¿qué buscas en un viaje?